UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Estaba volando en compañia de Montse, mi mujer, y nuestro pequeño Querubín por un cielo azul. Los tres cogidos de las manos. El sol brillaba muy radiante, una suave brisa nos refrescaba la cara. Viajabamos por ese cielo infinito hacia esas tierras tan alegres que són para mi.
Si el viaje en forma de angeles ya me parecia bonito, mayor seria la sorpresa con la que me iba a encontrar: los recuerdos que me vienen a la memoria de hace muchos años atras.
Mi mujer y yo habiamos vivido estas experiencias en la realidad. Mis padres viajaban con nuestros hijos a donde ellos habian nacido y hechado sus raices y que les gustaba volver a visitar. De ahi viene mi sueño. Parece mentira que al fin, despues de los años, la historia se vuelva a repetir. De repente me encuentro viajando hacia las tierras andaluzas con nuestro pequeño Querubín, los tres muy contentos. Eso si, esta vez es realidad. El Querubín se llama Erik.